Historia de Boecillo

La versión sobre la procedencia del nombre Boecillo se atribuye a un pequeño buey, al que se llamaba «bueyecillo», que acudía todos los días a beber agua a una fuente del pueblo.
Al sur del río Duero y entre el río Cega, rodeado de pinares, se encuentra Boecillo. Los restos de su pasado histórico muestran que vive entre la tradición y la tecnología. Cuenta con vestigios cerámicos que van desde tiempos celtibéricos hasta la Edad Media. Surgió como consecuencia de los asentamientos realizados para la repoblación de la cuenca del Duero, constituyendo un pequeño núcleo urbano poblado por pecheros y villanos, licenciados de los ejércitos combatientes. Podemos fijar sus orígenes entre los siglos IX y X de nuestra era. Hay otro dato que se puede asegurar con certeza: aquellas gentes que se establecieron en Boecillo, «eran cristianos de la España musulmana». Así lo prueba el hecho de que existiera una Iglesia Mozárabe. Con una superficie de 2.417 Has, delimita el término por su parte Norte, el río Duero, que le sirve de frontera con el municipio de Laguna de Duero. Se extiende, desde Herrera de Duero, hasta la confluencia con el río Cega, de forma que se incrusta como una cuña hasta los aledaños de Viana de Cega. En esta parte de entronque de ambos ríos, colinda con el término de Valladolid. Desde aquí, continúa hasta el denominado Vado de Frades, en el camino de Valdestillas. Por el Sur, limita con el término de la Pedraja de Portillo y por el Este, con Aldeamayor de San Martín y Tudela de Duero. Discurre por la población, además de los mencionados ríos, el Arroyo del Molino, más conocido como «La Esgueva».